Arquitectura Maya

EL SEÑOR DE LA JUNGLA

Alto dignatario maya con traje de ceremonia: lleva un turbante en la cabeza, una gruesa bufanda entorchada y una especie de manguito en la muñeca derecha. La expresión altiva y concentrada, la mirada introspectiva y las cicatrices en la mejillas, confieren al rostro su carácter propiamente maya. Esta obra clásica, hecha de barro cocido hueco procedente de Simojovel (Chiapas), no lejos de Palenque, mide unos 50 cm de alto.




TULUM

La ciudad maya de Tulum, sobre la costa oriental de Yucatán, pertenece a la última fase de esplendor de la civilización maya. Con sus templos y pirámides frente al mar, pareció inexpugnable al conquistador Juan de Grijalva, que no se atrevió a desembarcar en ella en 1518.



UXMAL

A lo largo de unos 100 m, el friso de mosaico de piedra de la Casa del Gobernador, en Uxmal, adorna el edificio simétrico que se alza sobre un basamento artificial. La majestad de esta altiva arquitectura expresa muy bien la maestría de los constructores mayas de los siglos IX y X.



CHICHÉN ITZÁ

El Templo de los Guerreros, en Chichén Itzá, precedido de las Mil Columnas, es la realización más característica de la civilización maya-tolteca de los siglos XI y XII, en una época en la que la ciudad de Tula, en los altiplanos mexicanos, ejerce su influencia en la región norte del país maya.



CODICE MAYA

Copiado por el equipo de eruditos a los que, en los albores del siglo XIX, Alexander von Humboldt dirigió en las Américas, el códice de Dresde (siglo XIII) es un documento capital sobre los conocimientos astronómicos de los antiguos mayas. Actualmente, el original está tan «desgastado» por las frecuentes consultas, que los especialistas se remiten a esta reproducción, llevada a cabo hace dos siglos por el «enciclopedista» alemán (Dresde, Sächische Landesbibliothek).



EL TEMPLO DEL SOL

El Templo del Sol de Palenque, que data del 690, surge en medio de la vegetación tropical. Sobre cuatro escalones atravesados por una escalinata axial y coronados por un zócalo se alza su estructura —cuya fachada está soportada por pilares— y su techumbre "de mansarda", rematada por una crestería alta (cresta decorativa) típica de la arquitectura maya del período clásico.




RETRATO MAYA

Esta pequeña y expresiva cabeza, en barro cocido (8,5 cm. de alto), que data de la época clásica tardía (siglos VII-VIII), representa a un personaje maya dotado de la típica nariz prominente ornamental que llega hasta la frente. La boca, entreabierta en un rictus, deja entrever los dientes, mientras que los ojos, grandes y bien perfilados, muestran un cierto expresionismo.




EL JUEGO DE PELOTA

Este disco de piedra, de 55 cm. de diámetro, que servía de marca sobre un terreno de juego de Chinkultik (Chiapas), data del 590 de nuestra era. Muestra al jugador de rodillas, con el cinturón reforzado y el tocado ceremonial. Delante de él, una enorme pelota de caucho relleno, como la que se disputaban los equipos que se enfrentaban durante los partidos del "deporte" sagrado precolombino.



BOVEDA ABOCINADA O FALSA BOVEDA

BOVEDA

La fachada ruinosa de este edificio de Copán muestra la técnica de bóveda abocinada (o falsa bóveda) que caracteriza la arquitectura maya: los bloques, que sobresalían unos respecto a otros, empotrados en el aglomerado de piedras y mortero, permiten cubrir una sala estrecha de paredes cuidadosamente aparejadas.



ENCORFADO

En el estilo llamado Puuc de Yucatán, la fórmula de la bóveda maya ha evolucionado: los bloques que forman el paramento visible de la construcción, ahora sirven de encofrado en el que se vierte el hormigón. El resultado son unas superficies regulares y planas, al mismo tiempo que un aligeramiento de las estructuras: la luz de las bóvedas aumenta y los constructores empiezan a sostenerlas mediante un pórtico formado por pilares bajos.



LA VIVIENDA VERNACULA

Desde hace milenios, la choza maya, de paredes de caña y adobe y techumbre de paja gruesa, constituye la vivienda tradicional de los pueblos de Yucatán. Una sola puerta, en el centro del lado más largo, permite acceder al interior.



INTERIOR DELA VIVIENDA

En el interior de la choza, con paredes de adobe cuidadosamente encaladas, descubrimos la hermosa estructura interna con techumbre de hojas de palma trenzadas, cuya forma ha sido copiada en las salas y habitaciones de los palacios de fábrica en los que vivía la élite maya en la época clásica. Los nativos se dedican a tejer y fabricar hamacas, que ya utilizaban los tainos del caribe y que entre los mayas sólo aparecieron después del Descubrimiento.



REPRESENTACION DE LA CHOZA

Sobre uno de los frisos de la Casa de las Monjas, en Uxmal, la choza tradicional maya —aquí coronada por una serpiente emblemática de dos cabezas— figura encima de una de las puertas que dan acceso a las habitaciones de este palacio formado por cuatro edificios en torno a un patio.



«RECONSTRUCCIÓN EN PIEDRA» DE LA VIVIENDA

La imagen de la vivienda maya está presente muchas veces en los frisos de los palacios. En las amplias construcciones de hormigón, edificadas en las postrimerías de la época clásica en Yucatán, hay muchas habitaciones que reproducen el espacio interno de la choza. Se subraya así la identidad entre el modelo y su transposición en piedra.



UNA ARQUITECTURA RADIANTE

La fachada del edificio oeste de la Casa de las Monjas es un ejemplo del estilo de estos palacios de Yucatán, donde residían los altos dignatarios, los sacerdotes y los soberanos. En contraste con los volúmenes depurados, hay una profusa ornamentación que conjuga varios símbolos religiosos de los mayas.



LA «RESURRECCION» DE TIKAL

Rescatados de la selva tropical que los había invadido, los edificios de la gran capital maya de Guatemala han sido objeto de intensos trabajos de restauración. Aquí, el templo I de Tikal muestra su escalinata de gran pendiente, que conduce al santuario superior rematado por la crestería que culmina a más de 45 metros.




JUEGO DE PELOTA

El juego de pelota situado en el centro de la ciudad de Copán (Honduras) muestra sus taludes laterales dominados por unas construcciones ceremoniales. Aquí se enfrentaban los equipos que jugaban con una pesada pelota de caucho. Al igual que los juegos olímpicos de Grecia, las justas mayas tenían un significado religioso.



EFIGIE

En el centro del país maya, algunas pirámides están adornadas con grandes relieves de estuco de las divinidades o de los soberanos que las representan: así, por ejemplo, en Kohunlich, en la región de Río Bec, la fachada del templo principal, que ha sido exhumada, presenta hasta tres niveles de decoración: observamos a ambos lados de una escalinata soberbios mascarones en relieve, antaño policromados.




PALACIO DE LAS MASCARAS

En la fachada del Palacio de las Máscaras o "Codz Poop" de Kabah (Yucatán), el estilizado mascarón del dios de la lluvia se repite de manera coherente. Sus ojos globulosos, su larga nariz en forma de trompa y su rigurosa simetría frontal cubren todo el edificio.




CHICANNA

La construcción principal del emplazamiento maya de Chicanna (Campeche) está adornada con una fachada de estilo Chenes. El templo se convierte aquí en la imagen esquemática del dios Itzama, creador del universo. La puerta representa una enorme boca provista de poderosos colmillos sobre la que se ciernen los ojos amenazadores del monstruo.



OFRENDA

Con la cara tapada por una máscara, tocado con plumas y sentado en postura india, este sacerdote, que aparece en el lateral de un jarrón maya policromado procedente del emplazamiento de Alta Verapaz, deposita su ofrenda ante el santuario del dios.




BONAMPAK

Una habitación del palacio de Bonampak (Chiapas), cubierta por un soberbio fresco decorativo tal y como la descubrieron, de manera fortuita, unos exploradores americanos en 1946. Esta copia, que se exhibe en el Museo nacional de Antropología de México sustituye actualmente al original que la humedad prácticamente ha destruido en menos de cincuenta años. Atestigua la extraordinaria calidad de la pintura mural de los mayas de finales del siglo VIII



ROSTRO

Esta cabeza de estuco, muy sobria, representa a un personaje pensativo, de labios carnosos y ojos que indican ensimismamiento. Con su nariz prominente, que llega hasta la frente, esta escultura se ajusta al canon de la belleza maya.








EL RITUAL DEL JUEGO DE LA PELOTA

Dos jugadores, tras haberse puesto las protecciones constituidas por un gran cinturón y una gran vestimenta acolchada, se enfrentan a ambos lados de una gruesa «pelota» de caucho, en esta portería procedente de Cancuen (Petén) que data de 795. Este «deporte» sagrado incluía un rito sangriento: la ejecución del vencido.



EFIGIE COLOSAL OLMECA

Museo-Parque de La Venta, Villahermosa

Esta escultura monolítica de basalto, de 241 cm de alto y de casi 25 toneladas de peso, fue esculpida en La Venta entre 1.000 y 800 antes de nuestra era. Representa probablemente —bajo unos rasgos muy expresivos— a un soberano olmeca con casco, a la manera de los jugadores de pelota.



MONUMENTO OLMECA

Este enorme altar monolítico, procedente de La Venta, en el Golfo (Tabasco), muestra a un personaje sentado «al estilo indio», tocado por una corona con la efigie que representa a su vez de forma esquemática la cara de la gran fiera, símbolo del monstruo de la tierra. Está asomado a una gruta mítica y sostiene una cuerda con la que tiene atado a un cautivo destinado al sacrificio.





¿UNA ESTRUCTURA FUNERARIA PREMAYA?

En su forma guatemalteca —fase tardía del estilo olmeca— las cabezas colosales de La Democracia han cambiado de aspecto: ya no se trata de jugadores de pelota con los ojos totalmente abiertos, sino de personajes sin mirada cuyo rostro recuerda al de un difunto.



CABEZA MONOLITICA DE MONTE ALTO

A ejemplo de las cabezas colosales de La Venta —pero sin alcanzar proporciones tan gigantescas— los monolitos descubiertos en La Democracia y en Monte Alto, en la costa pacífica de Guatemala, ofrecen unos ejemplos preclásicos tardíos que parecen inspirarse en la fórmula olmeca.



UNA ESTELA EMBLEMATICA

En el emplazamiento de Kaminaljuyú, no lejos de la actual capital de Guatemala, surge la enigmática cultura que realiza (¿hacia 100 a.C.?) las primeras estelas esculpidas según el estilo maya. De 183 cm de alto, esta obra, cincelada en granito, representa a un alto dignatario con una máscara del dios de la nariz larga.



UNA PORTERIA DEL JUEGO DE PELOTA

También procedente de Kaminaljuyú, esta estela, que tiene dos aberturas, data asimismo del período llamado de Miraflores, entre el 300 a.C. y 150 d.C. Su ornamentación incluye siglas que aún no han sido descifradas.



EL CENTRO CEREMONIAL DE TIKAL

Esta vista aérea abarca el corazón de la gran metrópoli maya de Tikal (Petén). Todos estos edificios, que se sitúan entre el 650 y 800 de nuestra era, han sido recuperados y restaurados a partir de 1956.




LA SILUETA ORGULLOSA DE LA PIRAMIDE

El templo I, que seguramente se levantaba a unos 5o metros del suelo, en el centro del complejo destinado a los sacrificios en Tikal, es un típico ejemplo de pirámide maya, que se alza en la selva tropical de Petén. Atravesando los 9 niveles que soportan el santuario, la única escalinata axial tiene una inclinación vertiginosa, de más de 70º.




UN COMPLEJO DE PIRAMIDES

La acrópolis norte de Tikal forma un complejo que, a consecuencia de las constantes añadiduras y superposiciones a lo largo de varios siglos, no cesó de crecer «orgánicamente» hasta formar un conjunto simétrico y rigurosamente ordenado.



UNA ESCALERA HACIA EL CIELO

Al fondo de la gran plaza central de Tikal, jalonada por varias estelas conmemorativas, el templo I se alza en un solo bloque hacia el cielo gobernado por los dioses. El acceso al santuario, situado a medio camino entre la tierra y el cielo, sólo estaba permitido a los sacerdotes encargados de los sacrificios




UN BLOQUE APENAS DESBASTADO

La estela 9 de Tikal, de 165 cm de alto, que data del 475, está formada por una roca cuya forma general ha sido conservada por el escultor, que ha tallado en ella en bajorrelieve la imagen de un soberano con sus vestimentas rituales, llevando un bastón de mando. Se observa la ausencia de inscripciones en esta cara del bloque, enteramente reservada a la efigie real.




UNA SELVA DE ESTELAS

En la explanada central de Tikal hay una serie de monolitos que recogen la historia de la capital maya. Bordean unos escalones, detrás de los cuales se alza la acrópolis norte.



UN CONJUNTO GIGANTESCO

La maqueta muestra la importancia del centro ceremonial de Tikal en la época de su apogeo (siglo VIII) y la rigurosa distribución de las pirámides levantadas por los sacerdotes mayas.



LAS ESCALERA JEROGRIFICA

Esta escalinata que asciende por una pirámide desde la que se domina todo Copán está hecha de bloques con la cara exterior cuidadosamente esculpida: 2500 glifos forman una inscripción dinástica, cuyas fechas están escalonadas entre el 545 y el 757 de nuestra era.



LA PUERTA DEL INFIERNO

La entrada de la estructura 22 de Copán, que data de 764, muestra, a ambos lados a unos atlantes de rodillas sobre unos cráneos descarnados; sostiene una serpiente de dos cabezas que representa el cielo, y cuyos aros atraviesan el dintel. Es la imagen simbólica que representa la entrada en el más allá.



PORTADOR DE LA ANTORCHA

Esta escultura de la rampa de subida a la terraza denominada «Tribuna de los espectadores» de Copán, representa la divinidad de la tormenta. Lleva simbólicamente el rayo y corona una escalinata jeroglífica. Esta obra, que data del 762, asocia la escultura y la arquitectura.




RASTROS DE COLOR SOBRE LAS ESTELAS

Al igual que en Quirigua, en los grandes monolitos los soberanos de Copán están representados de frente. La estela H, que data del 782, muestra a un rico soberano, con un suntuoso atuendo de jade y de plumas. La obra, que presenta vestigios de policromía, muestra al rey asomando por entre las mandíbulas de un jaguar.




ESTELA Y ALTAR DE COPÁN




UNA CAPITAL MAYA EN HONDURAS

Copán es una de las grandes ciudades de la época clásica: situada en el extremo sur del territorio maya, conoció un brillante florecimiento hacia el año 700. La vista general de la explanada muestra, a la izquierda, el juego de pelota y sus taludes inclinados, y, a la derecha, la gran escalinata jeroglífica que sube por la pirámide principal.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

que buen articulo te felisito y me encantaria que se publicase un documento que cubra el tema de los mayas por completo